
Había una vez cinco deditos que vivían en una mano muy feliz.
Se llamaban Pulgarcito, Índice, Mayor, Anular y Meñique. Eran los mejores
amigos y les encantaba jugar juntos.
Un día, Pulgarcito tuvo una gran idea: "¡Vamos a explorar
el mundo!" exclamó. Los demás deditos se pusieron muy contentos y se
prepararon para la aventura.
Primero, treparon por un brazo muy largo y llegaron hasta la
cabeza. Allí, pudieron ver el cielo azul y las nubes blancas que parecían
algodón de azúcar. ¡Qué maravilla!
Después, bajaron por el otro brazo y se deslizaron por una
resbaladilla muy divertida hasta llegar a la barriga. Allí, hicieron cosquillas
y escucharon muchas risas.
Finalmente, llegaron a los pies y se pusieron a saltar y a
correr por el suelo. ¡Se sintieron como verdaderos exploradores!
Cuando el día terminó, los deditos estaban cansados pero muy felices. Se abrazaron y se durmieron soñando con nuevas aventuras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario